El Error

“El Éxito del Error”

 
La palabra “Éxito” viene comúnmente asociada a la resolución feliz de una actuación. El éxito es algo deseado por todos aunque solo verdaderamente buscado por algunos, los que hacen algo para conseguirlo.
Mi definición de éxito es aquella que lo vincula con la consecución de nuestros deseos y los deseos son patrimonio de cada cual, no debiendo necesariamente coincidir los de unos con los de otros. Los deseos, en definitiva, configuran todas las múltiples aristas del estilo de vida que quisiéramos practicar y sobre el que nos sentiríamos realizados como personas de alcanzarlos.
Tener éxito en los diferentes órdenes de la vida no es fácil y aun lo es menos si pretendemos acertar siempre en todas las actuaciones que emprendemos. Está demostrado que hay algo muy habitual en la mayoría de las personas denominado “Aversión al Fracaso”, que ejerce de potente condicionante negativo a la hora de intentar nuevos retos en su vida.
Evidentemente, si cada empeño que nos proponemos pretendemos sea exitoso, muchos de los que son complicados ni siquiera los acometeremos por miedo a su fracaso.
Cuando la Informática se configuraba como un nuevo e incipiente sector profesional y empresarial, las reglas del juego todavía no estaban definidas y en ese marco de desconocimiento general, los directivos más valorados eran aquellos que habían protagonizado una sonora quiebra en su empresa. La razón es bien sencilla: sabían lo que no debían volver a hacer o lo que es lo mismo, habían aprendido del error.
El error, sin duda, es un éxito en sí mismo cuando no interrumpe la persecución de lo buscado, genera el conocimiento suficiente y propicia el necesario cambio de actuación.

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